Alvaro Erazo Ipiales: el señor de los perros o El san martin del siglo xxi

Hace ya cuatro lustros a Álvaro Erazo se le atravesó un perro en el corazón; desde entonces su vida la consagra al cuidado de los animales.  Para muchos es un verdadero apóstol, un santo, un mártir, un héroe, un iluminado que nos permite entender que lo suyo no es asunto de locura si no de amor y misticismo, de entrega total en búsqueda de la defensa de unos seres puros, buenos y abandonados por el hombre. Cuando inicia su labor decide abandonarlo todo para entregarse en cuerpo y alma a sus ángeles de cuatro patas y  cola larga, poseedores de un amor infinito e incondicional.

En su titánica lucha en pro de los animales se ha encontrado con persecuciones y señalamientos injustos que lo han obligado a huir con sus animales en su intento de protegerlos y cuidarlos.  Recuerda Álvaro Erazo como su amor hacia los animales se expresó a temprana edad, pues a sus escasos diez años entraba a hurtadillas  a la casa de sus padres los perros que encontraba abandonados y lastimados en las calles de la ciudad. Gastaba lo poco de su recreo escolar en la compra de medicinas, alimentos y juguetes para sus perros que por todo pago ofrecían una lamida de mano o un abrazo infinito y sincero;  nada lo detuvo en su empeño y poco a poco se constituyó en el amigo de los perros y el salvador de animales callejeros.

Su labor ha sido reconocida a nivel internacional, ha sido premiado y reconocido por asociaciones defensoras de animales y por empresas y entidades que valoran su esfuerzo en defensa de la vida. Pero a nivel local y regional ha encontrado resistencias que impiden el crecimiento de su obra. Distintas administraciones municipales le han perseguido, amenazándolo con cerrar su albergue de animales, haciendo difícil ese solidario amor que nace de un corazón iluminado y grande.

Si bien es cierto que en la actual administración no ha encontrado eco total a su labor, es bueno reconocer que tampoco se le ha hecho dura su misión y, por el contrario, se espera un acercamiento que permita hacer más fácil y llevadera la noble misión de salvar y rescatar vidas.  Álvaro Erazo expresa en hechos sus obras con los animales, pues “Nosotros no somos defensores de animales, somos defensores de vidas. No somos una imagen virtual, somos la expresión real en la defensa de los derechos animales y de la vida misma…”-

En la actualidad en su albergue en el corregimiento de Jamondino,  cuenta con doscientos perros y unos cuantos equinos que comparten el día a día; seres que encontraron afecto en sus manos y en la generosidad de su corazón, vidas que se salvaron de ser inútilmente sacrificadas o ignoradas.  Muchos admiradores de la obra de Álvaro Erazo lo catalogan, sin duda alguna,  como el San Martín de Porres del Siglo XXI y lo evocan con la devoción de quien se sabe generoso y grande. Pero mantener una obra de tales dimensiones requiere de colaboración y ayuda y para este efecto solicitamos a las personas de buen corazón comunicarse directamente con el señor Álvaro Erazo al celular 3155144679 donde puede usted hacer su donación que permita el fortalecimiento de una labor buena y justa.

Álvaro Erazo necesita no únicamente la ayuda material si no también ese reconocimiento social que por derecho propio lo merece. Su entrega total en defensa de la vida le ha impedido el desarrollo de una vida laboral ordinaria y son muchas las ocasiones en que ha debido soportar necesidades y vivir sus angustias. Formulamos un llamado a la administración municipal para que se pongan a su disposición los recursos necesarios que le permitan seguir con su valiosa obra y su titánica labor.

Pocos seres como Álvaro, entregado, consagrado, dedicado al trabajo de salvar vidas; un héroe en todo el sentido de la palabra, encarnación viva de la palabra de justicia, misericordia y paz.  Su labor es inspiración de muchos grupos ecologistas y animalistas y su sola presencia evoca la vida en condiciones de dignidad.  No lo dejemos solo, brindémosle en vida el reconocimiento que merece y que palmo a palmo se ha ganado.  Hacemos un llamado a entidades, empresas, instituciones y personas que permitan el fortalecimiento de su misión, entre todos podemos salvar vidas, proteger a esos indefensos seres que mueren muchas veces solos y abandonados en las calles.

Pasto, Nariño y Colombia cuentan entre sus personajes a uno grande como Álvaro Erazo, y sabemos que llegó la hora de saldar una cuenta histórica con su hermosa labor.  Gracias Álvaro por salvar vidas, por recordar a la humanidad que el don de la vida es sagrado e inviolable… por hacernos sentir personas dignas de vivir en un mundo donde los más inocentes también cuentan con la mano amigable y amorosa de un iluminado como usted.

PABLO EMILIO OBANDO ACOSTA

peobando@gmail.com